Sabag Montiel declaró que Brenda Uliarte no estaba relacionada con el intento de asesinato de Cristina Kirchner

Fernando Sabag Montiel, el principal acusado de intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner, se negó nuevamente a declarar ante los funcionarios judiciales en la causa que investiga el hecho ocurrido el 1° de septiembre pasado. Sin embargo, Montiel expresó una frase en la que trató de exonerar a su novia, Brenda Uliarte, quien también se encuentra detenida: "Brenda no tuvo nada que ver", dijo el hombre de 35 años de nacionalidad brasileña. Ambos permanecerán alojados en una sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. 

Brenda Uliarte se presentó a la jueza María Eugenia Capuchetti horas antes y negó cualquier participación en el ataque. Su detención se dio luego de que se descubriera su presencia en el lugar del hecho, momento en el que se veía a su novio empuñando un arma y apuntando a centímetros del rostro de Cristina Kirchner. Uliarte había declarado anteriormente en un canal de televisión que no estaba involucrada, sin embargo, las imágenes la desmintieron.

El martes, Capuchetti y Rívolo avanzaron en el proceso de investigación de los imputados. Uliarte aceptó declarar ante los oficiales de la causa y negó tener algún tipo de participación en la planificación del ataque o haber colaborado en el momento del mismo, a pesar de las grabaciones que la muestran cerca de Fernando Sabag Montiel. Previamente, se habían hecho públicas una serie de fotos del teléfono de Sabag Montiel, en las que se veía a la pareja portando la pistola Bersa calibre 32, utilizada en el atentado, acompañada de una caja de municiones y un cargador. Estos elementos tienen relación directa con el hecho en cuestión.

Fernando Sabag Montiel, de 35 años de edad y de nacionalidad brasilera, se negó una vez más a prestar declaración indagatoria ante la jueza y el fiscal. Escuchó las acusaciones en su contra sin ofrecer una respuesta, solo lanzó una escueta frase para intentar apartar a su novia del ataque. Se cree que fue el quien se acercó a la vicepresidenta Cristina Kirchner el jueves 1 de septiembre y apuntó con un arma cargada a su rostro. Durante el peritaje realizado a la pistola se comprobó que funcionaba correctamente, pero no se había activado la corredera, por lo que no había balas en la recamara. La justicia busca averiguar si esto fue intencional o un error por desconocimiento en la manipulación de la pistola. Los allanamientos realizados en los domicilios de los imputados revelaron una nueva acusación: la falsificación de dos certificados de discapacidad de la municipalidad de Quilmes.