Un narco le disparó a gendarmes con una ametralladora en Santiago del Estero

En el norte de Santiago del Estero, cerca de la frontera con Salta, se ha producido un enfrentamiento armado entre gendarmes y narcotraficantes en el Paraje Cruz Bajada, durante la tarde del viernes. Cinco sospechosos han sido detenidos tras enfrentarse a tiros con los agentes federales que los perseguían.

Uno de los detenidos ha tomado una ametralladora calibre 5,56 y ha disparado contra las autoridades, pero ha sido herido en el hombro. En los vehículos de los sospechosos se han encontrado un fusil, un kilo de cocaína, dos chalecos antibalas, proyectiles, una pistola con mira láser y dos teléfonos satelitales. Los nombres que los detenidos dieron han resultado ser falsos, por lo que se está investigando su identidad. El expediente está en manos del Juzgado Federal N°2 de Santiago del Estero, que ha ordenado pericias y también ha solicitado las armas para determinar cuál de los efectivos hirió al agresor.

El Paraje Cruz Bajada se ha convertido en una zona caliente para el corredor narco del noroeste argentino, donde ya se han producido otros tiroteos y operativos. La semana pasada, Gendarmería encontró a tres hombres con 615 kilos de hoja de coca en una camioneta Toyota Hilux, y un Peugeot 308 que alertaba a los traficantes de cualquier control también fue interceptado.

Ricardo Deisernia: el lider de la banda con un prontuario temeroso

Las autoridades llevan tiempo investigando el origen de las armas de alto poder en manos de narcotraficantes. En junio de 2019, Gendarmería Nacional descubrió a la organización detrás del mayor esquema de tráfico de armas de la historia argentina reciente, con un lote de 2500 fusiles y otros artículos de guerra. Este lote era parte de una red internacional, y había vínculos locales, incluyendo el cerebro argentino de la operación, Ricardo Deisernia, "El Tuerto Richard", quien fue detenido en su casa-bunker de Martínez.

Según el texto, los investigadores consideraban a Deisernia como el más capaz de todos, con años de experiencia en el rubro y contactos para armar el negocio de la banda. La tarea principal de la banda era reunir partes de fusiles y ametralladoras importadas desde España y Alemania, para ensamblar armas híbridas que luego serían exportadas a Paraguay. Estas armas serían utilizadas por bandas brasileñas como el Primeiro Comando da Capital y el Comando Vermelho, que operan en el territorio, para alimentar el mercado ilegal de armas.

El dinero era un factor importante en el proceso, y según un investigador en el círculo interno del expediente, los precios de estas armas eran muy elevados. Por ejemplo, el costo de un Colt M4 ensamblado en Buenos Aires era de USD 2.000, pero en Pedro Juan Caballero su precio rondaba los USD 10 mil, mientras que en territorio brasileño llegaba a los USD 18 mil. Una ametralladora MAG costaba alrededor de USD 10 mil y un FAL argentino unos USD 6.000.

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