Mónaco, situado en la Riviera Francesa, es conocido como uno de los destinos más exclusivos y lujosos del mundo. Con su ubicación privilegiada junto al Mediterráneo y una rica historia que se remonta a siglos atrás, Mónaco es un lugar que merece la pena visitar al menos una vez en la vida.

La ciudad-estado de Mónaco es famosa por ser el hogar del Gran Premio de Fórmula 1 y por sus lujosos casinos, pero hay mucho más que explorar en este pequeño país. La capital, Monte Carlo, es el hogar de algunos de los hoteles más lujosos del mundo, como el famoso Hotel de Paris y el Hotel Hermitage. Estos hoteles cuentan con restaurantes con estrellas Michelin, spas de lujo y vistas panorámicas impresionantes. Además de los hoteles, Mónaco también es famoso por sus yates de lujo, que se pueden ver en el puerto deportivo de Monte Carlo. El puerto es el hogar de algunos de los yates más grandes y espectaculares del mundo, y es un lugar ideal para disfrutar de un café o una cena mientras se admiran los barcos.

Otro lugar emblemático de Mónaco es el Palacio del Príncipe, la residencia oficial del Príncipe de Mónaco. El palacio está abierto al público durante ciertas horas del día y se pueden hacer visitas guiadas para ver las habitaciones y la historia de la familia real de Mónaco. Además, en la plaza del palacio se encuentra el Museo Oceanográfico, que cuenta con una impresionante colección de vida marina y exposiciones interactivas. Tampoco se puede perder en Mónaco es el Jardín Exótico, un impresionante jardín botánico situado en lo alto de una colina con vistas panorámicas al Mediterráneo. El jardín cuenta con una gran variedad de cactus y plantas exóticas, así como cuevas subterráneas con estalactitas y estalagmitas. Por último, para los amantes del automovilismo, no puede faltar una visita al famoso circuito de Fórmula 1 de Mónaco. El circuito, que recorre las calles de la ciudad, es considerado uno de los más desafiantes y emocionantes del mundo.

Quién es la familia real que es propietaria de gran parte del Principado

La Familia Real de Mónaco es una de las más conocidas y glamurosas del mundo. La Casa de Grimaldi, que gobierna Mónaco desde hace más de 700 años, está encabezada por el príncipe Alberto II, quien sucedió a su padre, el príncipe Rainiero III, en 2005. La historia de la familia real de Mónaco se remonta al siglo XIII, cuando el señor de Grimaldi tomó el control del pequeño principado mediterráneo. A lo largo de los siglos, la familia se ha enfrentado a numerosos desafíos, como las invasiones francesas y las guerras mundiales, pero ha logrado mantener su independencia y soberanía.

La familia real de Mónaco es conocida por su glamour y su estilo de vida lujoso. La princesa Grace Kelly, quien se casó con el príncipe Rainiero III en 1956, fue una de las miembros más famosas y queridas de la familia. Después de su trágica muerte en un accidente automovilístico en 1982, la familia real ha continuado siendo un símbolo de elegancia y sofisticación en todo el mundo. Hoy en día, la familia real de Mónaco sigue desempeñando un papel importante en la política y la cultura de Mónaco. El príncipe Alberto II, un activista medioambiental y defensor de los derechos humanos, ha estado en el trono desde 2005 y ha trabajado para modernizar el principado y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Sus hermanas, la princesa Carolina y la princesa Estefanía, también son figuras conocidas en la escena internacional y han desempeñado un papel activo en la promoción de la cultura y la caridad en todo el mundo.

Mónaco: el lugar favorito de los deportistas de elite y hombres de negocios

En Montecarlo residen numerosos pilotos de Fórmula 1, así como deportistas famosos, campeones del pasado y celebridades. Entre ellos se encuentran Max Verstappen, Charles LeClerc (nacido y criado en el Principado), Lando Norris, Sergio Pérez, Valtteri Bottas, Daniel Ricciardo y Alexander Albon, junto con ex pilotos como Nico Rosberg, Jenson Button y David Coulthard. La lista de deportistas que residen en Mónaco incluye a destacados nombres como el tenista serbio Novak Djokovic, el ciclista belga Philippe Gilbert, así como a otros ciclistas de su mismo país, como Tom Boonen y Eddy Merckx.

Entre los hombres de negocios que tienen su residencia en Mónaco se encuentra el magnate británico Philip Green, quien dirige cadenas de tiendas de moda en el Reino Unido y suele llegar en helicóptero después de aterrizar en su jet privado en la cercana ciudad francesa de Niza. Además, el jefe de la empresa Nutella, el italiano Michele Ferrero, también tiene domicilio en Mónaco, al igual que los gemelos David y Frederick Barclay, propietarios de importantes diarios británicos como el Daily Telegraph, quienes residen allí aunque pasan la mayor parte del tiempo recluidos en un castillo neogótico en una isla anglo-normanda.

Para convertirse en residente de Mónaco, es necesario vivir en el principado durante seis meses y un día al año. Sin embargo, este requisito a menudo se incumple con la ayuda de leales empleados domésticos, según admiten los monegascos en voz baja. El presidente del Consejo Nacional, el parlamento más pequeño del mundo, Jean-François Robillon, destaca que las celebridades no son la realidad de Mónaco, y que el nuevo residente típico es un hombre de negocios que llega con su familia y su empresa. La identidad de este sorprendente enclave se basa en sus 8.000 habitantes que tienen un pasaporte de Mónaco, muchos de los cuales son extranjeros que se han naturalizado allí y que conforman una minoría en su propio país. Los residentes son los únicos que votan y eligen a sus parlamentarios, y comparten el microprincipado con trabajadores extranjeros y turistas ricos que llegan cada día en helicóptero, yates o automóviles, y cuyos gastos alimentan las arcas del principado.

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