El alcalde de North Miami Beach, Anthony DeFillipo, fue arrestado la mañana de este miércoles 31 de mayo, por cargos de votación ilegal, según las autoridades. El pasado mes de diciembre, un residente presentó una queja ante la Comisión de Ética y Confianza Pública de Miami-Dade donde alegaba que el alcalde vivía en Davie -en el condado de Broward- con su familia y no en la ciudad de North Miami Beach, como lo exigen los estatutos para poder participar en las elecciones locales.

Algunos comisionados comenzaron a negarse a asistir a las reuniones de la ciudad, argumentando que el alcalde no tenía la autoridad para presidir las reuniones. En respuesta, en enero, el abogado del alcalde presentó una demanda para reducir la cantidad de comisionados necesarios para alcanzar el quórum para hacer las reuniones. Los comisionados, entonces, utilizando los servicios de un bufete de abogados externos contrademandó cuestionando el lugar de residencia del alcalde. Por su parte, DeFillipo, bajo juramento, citó “problemas maritales”, y preocupaciones sobre el nivel delictivo para justificar “la mudanza de su familia”.

El alcalde afirmó que siempre ha vivido en North Miami Beach, primero junto a su madre y luego en un apartamento de una habitación. Sin embargo, su esposa e hijos residen en una casa valorada en 1.2 millones de dólares en Davie, en el condado de Broward. La Oficina de la Fiscal del Estado de Miami-Dade ha confirmado los cargos contra el alcalde. Durante la rueda de prensa celebrada este miércoles, la fiscal del estado de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, reveló que los registros de señal de su teléfono celular ubicaron al alcalde en las elecciones primarias de agosto, la votación anticipada de octubre y la segunda vuelta de noviembre, en su residencia de Davie. Fernández Rundle afirmó que jurar de forma deliberada una falsedad, como en este caso, reduce la credibilidad en nuestros sistemas electorales de votación.

Qué podemos aprender los argentinos del caso

Desde hace algunos años, en Argentina comenzó un ajedrez residencial sin regla alguna. Por solo mencionar algunos casos, el diputado por la Ciudad de Buenos Aires desde 2015, Axel Kicillof, en el año 2019 dio un salto a la provincia de Buenos Aires. ¿Era diputado de un lugar en el que no vivía o salto a gobernar una provincia en la que nunca vivió?

Del mismo modo que Diego Santilli, hasta el año 2021 era Vicejefe de gobierno porteño como ministro de Seguridad. Allá por el año 2021, dio una zancada hacia la provincia de Buenos Aires para primero, ser diputado nacional por dicha provincia y luego, candidatearse a gobernador de Buenos Aires. Tampoco se queda atrás Fernando Espinoza, quien vive en una lujosa torre en Puerto Madero pero es el actual intendente de La Matanza. ¿Será que las reglas se cumplirán alguna vez en la Argentina? ¿O estamos resignados a vivir en la barbarie?

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