Motochorros asesinaron a un policía retirado en Berazategui

Según informó Télam y confirmaron fuentes del caso a Primicia 24, Hugo René Martínez, un capitán retirado de la Policía Bonaerense, fue asesinado por al menos cuatro motochorros que se desplazaban en dos motos. El incidente ocurrió en su casa de Berazategui cuando los delincuentes intentaron robarle su camioneta Ford 4x4. El hecho tuvo lugar cerca de las 22 horas del domingo en la calle 125 y avenida 7. Después del ataque, Martínez fue llevado de emergencia al Hospital Evita Pueblo de Berazategui, donde ingresó consciente, pero falleció a las 6:00 a.m.

Aunque hay versiones que sugieren que Martínez se identificó como policía y sacó su arma, el fiscal a cargo de la investigación, Cristian Granados, no confirmó este dato. Él se presentó en el lugar para examinar la zona, entrevistar a los vecinos y revisar las cámaras de seguridad en un radio de siete cuadras. La Policía Científica encontró varias vainas de balas en la escena del crimen, incluyendo una vaina calibre 38 dentro de la camioneta Ford. Se llevarán a cabo pericias para determinar qué armas fueron utilizadas en el ataque.

Granados catalogó el caso como una tentativa de robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa, lo que significa que los delincuentes mataron a Martínez para ocultar el robo.

La trágica situación de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires

La semana pasada, el oficial Jeremías Granados, que trabaja en la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), fue acusado de homicidio simple por el fiscal Cristian Granados después de matar a un ladrón que intentó robarle en la avenida Néstor Kirchner. El ladrón, identificado como Mendoza de 24 años y también miembro de la UTOI, estaba en bicicleta cuando fue interceptado por dos sospechosos. Jeremías Granados abrió fuego con su pistola reglamentaria Glock, hiriendo a uno y obligando al otro a huir.

Inicialmente, la Policía Bonaerense había declarado que el tiroteo había sido en defensa propia, pero después de revisar todas las pruebas, el fiscal dictaminó que se trataba de un homicidio simple agravado por el uso de arma. Un video de una cámara de seguridad fue una de las principales pruebas presentadas en el caso, que mostró a Mendoza montando su bicicleta y yéndose después del tiroteo sin llamar al 911 ni pedir ayuda de la fuerza. Después del incidente, Mendoza se fue a trabajar horas extra en el peaje de Hudson. Los transeúntes que pasaban por la zona llamaron al 911 para reportar la muerte del ladrón, quien fue llevado al Hospital Evita donde se declaró su muerte.

Según fuentes del caso, el ladrón no disparó en ningún momento, a pesar de lo que afirmó Jeremías Granados, y sólo intentó arrebatarle algo con sus manos.