Los padres de Fernando Báez Sosa dieron una conferencia de prensa luego de conocerse la sentencia a perpetua contra cinco de los acusados –otros tres fueron condenados a 15 años de prisión-. Graciela Sosa y Silvino Báez, acompañados por su abogado durante el proceso, Fernando Burlando, se presentaron en el Hotel Days Inn de la calle Belgrano al 2200.
Los padres del joven expresaron que estaban "conformes" con el fallo, aunque aclararon que seguirán "luchando día a día para que quede firme" la pena. Graciela contó que la sentencia le dio "una paz en el corazón", aunque admitió que estos últimos tres años han sido muy difíciles para ella, ya que “no podía conciliar el sueño pensando en cómo su hijo pedía por piedad”.
Por otro lado, Silvino resaltó la importancia de seguir adelante con sus vidas, aunque reconoció que tendrán que aprender a convivir con el dolor.
Tambien se refirieron a los ocho rugbiers condenados y sus sentimientos para con ellos tras la sentencia y el “desmayo” de Thomsen: “Lo tomé como algo normal, me pareció que era algo actuado también, como madre. Tengo presente la imagen de cómo le daba la patada a mi hijo. No me conmovió para nada, disfrutaron al matar a mi hijo, llamándolo negro de mierda, que caducó, lo tengo muy presente en el corazón. Quizás algún día pueda perdonar, pero nunca lo voy a olvidar porque a mí me arrebataron a mi hijo. Su ausencia y nuestro dolor también son perpetuos”.
“Creo que en algún momento algo tendré que hacer con todas sus cosas, porque Fer no va a volver nunca. Muchas veces saco su ropa, la lavo y la vuelvo a poner en su lugar. Muchas veces voy al cementerio, toco ese mármol y tengo ganas de llevármelo un ratito a casa, pero eso no va a pasar”, agregó la mujer, visiblemente conmovida.
Aunque su presencia es familiar para muchos de los vecinos, pocos conocen la verdadera historia detrás de su sonrisa perseverante y sus palabras amables