La lucha de Pedro: un ejemplo de resiliencia y superación

En las calles ordenadas de Nordelta, un barrio cerrado conocido por su opulencia, se puede ver a diario a Pedro, un joven de 23 años que recorre con su silla de ruedas las esquinas y los semáforos, pidiendo ayuda económica a los vecinos que lo ven a diario. Aunque su presencia es familiar para muchos de los vecinos, pocos conocen la verdadera historia detrás de su sonrisa perseverante y sus palabras amables.

Pedro vive una realidad que contrasta profundamente con el entorno que lo rodea. Desde que un problema médico lo dejó en silla de ruedas, su vida dio un giro drástico. Sin embargo, en lugar de resignarse, Nahuel decidió enfrentar los desafíos con una determinación inquebrantable y digna de admirar. El joven, con calor o frio, con sol o lluvia, se dirige a diario a su lugar para ganarse la vida. “Lo que más quiero es poder trabajar y ganarme la vida con lo que sé hacer”, comenta Nahuel mientras ajusta los frenos de su silla de ruedas. “Sé arreglar autos, computadoras… pero encontrar un trabajo formal es muy difícil cuando te ven en una silla de ruedas”.

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Pedro creció entre motores y herramientas. Desde pequeño, mostró un interés innato por la mecánica y la tecnología. Su padre, un mecánico de autos, le enseñó los secretos del oficio, mientras que Pedro, de manera autodidacta, aprendió a reparar computadoras. A pesar de las dificultades económicas, siempre encontró la manera de actualizarse en nuevas tecnologías y perfeccionar sus habilidades.

Pedro ha tocado muchas puertas en busca de empleo, pero la respuesta siempre ha sido la misma: "Estamos buscando a alguien con más experiencia" o "El puesto ya fue ocupado". A pesar de su conocimiento y habilidad en múltiples áreas técnicas, la discapacidad física ha sido un obstáculo en un mercado laboral que muchas veces privilegia la apariencia por sobre la capacidad. Sin embargo, lejos de rendirse, Pedro ha encontrado una manera de hacer frente a esta adversidad. Con la ayuda de algunos vecinos solidarios, ha comenzado a ofrecer sus servicios de reparación a domicilio. Así, ha logrado obtener algunos clientes en Nordelta.

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“No quiero vivir de la caridad. Quiero ganarme la vida trabajando”, afirma con firmeza. La historia de Pedro es un recordatorio poderoso de cómo la resiliencia y la voluntad pueden desafiar incluso las circunstancias más adversas. Pedro sigue buscando oportunidades, confiado en que alguien, algún día, verá más allá de su silla de ruedas y reconocerá el valor de su talento y dedicación. Mientras tanto, sigue luchando, con la esperanza de que su esfuerzo finalmente sea recompensado.

Para contactarte con Pedro y conocer más de su historia así como para contratar su trabajo comunícate al 11-3474-0257

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