¿Cómo reducir tiempos y mejorar procesos en el mundo financiero con tecnología?

Desde hace dos años el Gobierno decidió, a través de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales colombiano (DIAN), apostarle al desarrollo tecnológico con la aparición de RADIAN, un sistema que permite la emisión, recepción, validación y almacenamiento de facturas electrónicas en el país, y que tiene como objetivo promover la digitalización de los documentos tributarios y simplificar la gestión fiscal para todas las empresas colombianas. Sin embargo, lo más interesante de esta apuesta es que permitió el registro de facturas electrónicas de venta como título de valor, lo que viene contribuyendo al crecimiento del factoring, una solución financiera que está ayudando a miles de pymes en Colombia, ya que les brinda la capacidad de convertir sus facturas pendientes en efectivo inmediato, lo que resulta especialmente beneficioso en situaciones donde la liquidez es fundamental.

Cuál es el impacto en el mercado

La importancia de esta solución financiera es algo que viene generando impacto alrededor del mundo, como lo demuestra el último informe de Grand View Research, en el que se señala que el tamaño del mercado de servicios de factoring en Latinoamérica tuvo una valorización de US$145.470 millones en 2022 y se prevé que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 11,9 % entre 2023 y 2030. Un hecho que se debe en parte a la creciente necesidad de alternativas de financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

El crecimiento de esta industria, analiza Santiago Etchegoyen, cofundador y CTO de uFlow, permite agilizar los procesos de evaluación crediticia de forma independiente, va ser mayor en los próximos años debido al avance que ha tenido la inteligencia artificial (IA), puesto que es una tecnología que procesa una cantidad indefinida de datos, lo que abre la posibilidad a un abanico de procesos. “Al igual que cualquier préstamo, dentro de este ecosistema de factoring deben existir las herramientas digitales que permitan llevar adelante un análisis de riesgo adecuado, que tenga una mayor precisión y que logren analizar múltiples fuentes de datos en segundos sobre la compañía que debe pagar las factura, para que así, se logre una transacción más rápida y eficiente. No obstante, este proceso aún para muchas empresas es algo manual y requiere de un analista que verifica la capacidad de pago de la organización, con IA, el futuro de esta solución financiera va a lograrse en un menor tiempo”, destacó Etchegoyen.

Ahora, el experto explica que, a partir de este breve análisis, los motores de decisiones pueden desarrollar múltiples funciones que beneficiarán a las empresas que ofrecen el servicio de factoring, como, por ejemplo, la automatización de tareas repetitivas. Otra opción, es el análisis predictivo, lo que implica usar algoritmos de aprendizaje automático para predecir el comportamiento futuro de los clientes de una empresa, lo que permitirá gestionar mucho más fácil las deudas y aumentar la liquidez. Asimismo, este tipo de tecnologías de automatización de procesos crediticios, puede llegar a ser empleado para mejorar la experiencia del cliente y ofrecer un mejor servicio, puesto que al tener información en tiempo real sobre el estado de la compañía que busca hacer uso del factoring, logrará responder de forma más personalizada a preguntas frecuentes que se tengan sobre su proceso.

“Al final, gran parte de estas soluciones se pueden aplicar por medio de un motor de decisiones inteligentes para analizar datos sobre el comportamiento de pago de los clientes de la empresa y tomar decisiones sobre quién debe ser priorizado para el cobro y cómo deben ser contactados. Asimismo, puede ayudar a ahorrar tiempo y esfuerzo dentro de las empresas que ofrecen factoring”, señaló Etchegoyen, quien añadió que se puede utilizar también para el procesamiento y verificación de la documentación. El mismo informe de Grand View Research también señala que la IA y el Machine Learning (ML) se prevé, ayudarán a identificar el riesgo de fraude, evitar la suscripción, proporcionar ahorros operativos y facilitar la solicitud de pago dentro del ecosistema del factoring. Según la DIAN, entre junio de 2019 y noviembre de 2022 hubo más de 890 mil facturadores electrónicos que en el último año han emitido 3.815 millones de facturas electrónicas en el país por un valor que supera los $5.000 billones en ventas. Es en este panorama que las tecnologías jugarán un papel determinante para el factoring, puesto que deberán tener la capacidad de soportar altos volúmenes transaccionales para los negocios más exigentes.

Fuente: BloombergLinea