El gobernador de Florida, Ron DeSantis, le respondió a AMLO

“López Obrador tiene un desastre en sus manos” fue la respuesta del gobernador de Florida Ron DeSantis al presidente de México luego de que este lo acusara a él y a su homologo de Texas por las leyes migratorias. López Obrador dijo el pasado lunes “Florida llena de migrantes esta tomando medidas represalias contra los propios migrantes porque quiere ser candidato… Eso es inmoral” "¿Por qué otra propuesta no puede convencer a la gente sin recurrir al sufrimiento de las personas, al dolor de los migrantes y a las necesidades de la gente para obtener beneficio político?", cuestionó López Obrador. Sin embargo, (Haz lo que yo digo y no lo que yo hago) México ha implementado medidas estrictas para frenar el flujo a través de su territorio. El Instituto Nacional de Migración ordenó este viernes a todas las oficinas del país que no otorguen permisos para el tránsito de migrantes por territorio mexicano. La disputa surgió a raíz de que el Congreso de Florida aprobó el martes un proyecto de ley de inmigración anunciado en febrero por el gobernador Ron DeSantis, aunque finalmente fue adoptada con algunas modificaciones en comparación con la propuesta original.

La propuesta legislativa fue aprobada por la Cámara de Representantes, que está bajo el control del Partido Republicano, y recibió apoyo exclusivamente de los miembros republicanos. La semana pasada, el Senado también aprobó la propuesta y actualmente se encuentra en la oficina del gobernador para su firma y promulgación como ley. La ley adoptada no incluye la propuesta original de penalizar a aquellos que brinden transporte a inmigrantes indocumentados; en su lugar, sanciona con multas relacionadas a la trata de personas a aquellos que, conscientemente, faciliten el traslado de estas personas. Además, la legislación asigna 12 millones de dólares al programa de reubicación de migrantes de DeSantis, que captó la atención nacional el año pasado cuando el gobernador trasladó a un grupo de migrantes desde Texas hasta Martha's Vineyard, Massachusetts, como una forma de protesta contra la política federal de inmigración.

La propuesta también exige que las empresas con más de 25 empleados utilicen E-Verify, un sistema federal que determina si los empleados pueden trabajar legalmente en los Estados Unidos. Además, prohíbe que los gobiernos locales proporcionen fondos a organizaciones que emiten tarjetas de identificación a personas que se encuentran en el país de manera ilegal, y anula las licencias de conducir de otros estados en posesión de inmigrantes indocumentados. El proyecto original incluía la clasificación como delito grave de tercer grado, castigado con hasta cinco años de prisión, una multa de 5.000 dólares y cinco años de libertad condicional, el transporte, ocultamiento o albergue intencional de un extranjero ilegal dentro o hacia el estado. Además, se consideraba como delito grave de segundo grado, con una pena de hasta 15 años de prisión y una multa de hasta 10.000 dólares, si el inmigrante ilegal era menor de 18 años.

DeSantis sigue firme con su política migratoria

El gobernador DeSantis ha priorizado la cuestión de la inmigración y ha adoptado posturas sobre la inmigración indocumentada que algunos analistas consideran dirigidas a ganar el respaldo de los votantes republicanos en las primarias. Por otro lado, la representante demócrata Susan Valdés ha expresado críticas hacia el proyecto de ley, afirmando que "este proyecto de ley tiene una motivación política y es una medida antiinmigrante que perjudicará e incluso pondrá en peligro la vida de los inmigrantes indocumentados". Los aliados republicanos del gobernador en la legislatura estatal han reflejado en gran medida su retórica, sosteniendo que Florida no puede resolver el problema en Washington, pero que el estado puede tomar medidas para gestionar la inmigración. Cabe destacar que los republicanos tienen una amplia mayoría en el Congreso de Florida.